La humedad y el calor puede hacer que tu maquillaje se corra y vuelva pegajoso. En estos casos te aconsejamos aplicar la regla de “menos es más”, llevándolo lo más ligero y natural que puedas. Utiliza una crema humectante con protección solar y un poco de color que permita respirar a tu piel. Si necesitas un corrector, procura que sea libre de aceites. Las sombras luminosas o los iluminadores fáciles de aplicar serán tus aliados para un acabado natural. Además, los polvos compactos te ayudarán a evitar el sudor en tu rostro y se fijarán por más tiempo. Para las pestañas, las máscaras waterproof son las más indicadas contra manchas indeseadas, mientras que para los labios, los gloss serán imprescindibles por su fácil aplicación.
Limpia el aplicador de tu máscara
Limpia el aplicador de tu máscara
Con el tiempo la textura de las máscaras de pestañas se vuelven espesas y difíciles de aplicar. Si el producto no es muy viejo te recomendamos limpiar el cepillo del aplicador. Sumérgelo durante unos minutos en un poco de loción desmaquillante o agua y jabón para que se despeguen los restos de máscara de las cerdas. Después enjuaga con abundante agua y deja secar muy bien antes de meterlo de nuevo al tubo. Si es posible, seca con un secador de pelo las cerdas, así será más rápido. Notarás la diferencia cuando maquilles tus pestañas.
Retira el exceso de maquillaje sin miedo
Cuando te quede exceso de base de maquillaje en el rostro lo ideal es que lo retires con una esponja limpia y ligeramente humedecida con agua, efectuando movimientos de arriba hacia abajo. Si has aplicado demasiada base o corrector en el área de los ojos puedes hacer lo mismo con toques más delicados para después difuminar suavemente con la yema de tus dedos, uniformando el producto.
fuente: glamour.com
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